La prisión de mis ideas.
Quien me considera locuaz, no se equivoca,
ni tampoco quien me estima transparente.
mi verdad nunca se escapa de mi boca,
porque si algo se calla, nunca se miente.
En la mente, con barrotes y candado,
blindo mis ideas que nunca manifiesto
ni llega nunca a conocerlas mi invitado,
ni la dama gentil con quien me acuesto.
Tampoco hablan mis ojos vigilantes,
ni tampoco un confidente me aconseja
solo trato de encontrar mi fiel pareja.
Yo romperé esta prisión cuando aparezca,
despues de años de búsqueda anhelante
la amante que he soñado y lo merezca.
Jesús Quintana Aguilarte.