jueves, 14 de junio de 2018

Poniente.



Poniente.

Tú eres eco, verso, amor y eres simiente,
una faceta de dos almas, eres diamante
no solo eres preciosa, tu eres el arte
clavada en mi alma como daga hiriente.

En cascada bajas de la alta montaña
como susurro gigante de músculo y grito
no solo esparces frescura, cierras el abrazo
y alegras mi mundo que sin ti esta maldito.

Eres pluma en vuelo, hoja, surco, eres paloma
la que quisiera guardar en cofre de oro
luna azul, estrella, un ánfora de paz rellena
que se me fue esfumando y que aún lloro.

Quiero ser una barca hacia el poniente,
iluminada con tu risa, tu amor, y tu alegría,
mirar atrás hacia nuestra propia esencia
y convertir la espera en agradable sinfonía.

Muchas veces nuestras almas se besaron,
y hoy vuelan juntas convertidas en poesía.

Jesús Quintana Aguilarte.







lunes, 4 de junio de 2018

"Ausencia de Ilusiones"


Ausencia de ilusiones.

Si quieres llorar por quien amas, llora,
es más feliz el alma cuando fluye el llanto;
como las estrellas, que más brillan cuando
más negra es la noche, y más desoladora.

Porque hay más de ti, por donde solo vengo,
que por los campos donde contigo anduve;
siento cómo te quiero cuando no te tengo,
y qué poco te amé cuando contigo estuve.

En la edad inexperta, fácil e inmadura,
en los años de efervescencia y aventura,
lo que perdemos después lo entendemos
solo cuanto más cerca está la sepultura.

Mucho he soñado y en mis sueños todavía,
soy un galante admirador de tu belleza
aunque parece querer esquivar mi compañía,
o a punto de alcanzarla, su pie se le tropieza.

Pero yo sigo soñando que quizás un día,
porque soñar amiga es mi única riqueza,
que no es pobre quien padece decepciones,
sino quien vive ausente de ilusiones.

Jesús Quintana Aguilarte.

"Tengo una pregunta"


Tengo una pregunta.

No quisiera haber sido quien he sido,
sino el hombre que habita en tú memoria
no conocí mi pasado, solo que fui elegido,
para convertir la desilusión en una victoria.

Escucho crecer la hierba cuando pasas,
la belleza de tu pie que no hace huella,
tan reluciente tu alma que transvasas
a mi avidez tu encanto de doncella.

El aire te abre espacios y los sonidos,
amortiguan el temblor y tus vibraciones,
pero la luz que fluye altera mis sentidos
captando tus contradictorias sensaciones.

Tengo amor para dar, a manos llenas,
versos de leche y miel, lúbricos tactos,
los he ofrecido en fiestas y verbenas,
pero nadie los acepta, están intactos.

Tengo cantos de ruiseñores y una pregunta,
¿Por qué mujer, no llamas a mi puerta?


Jesús Quintana Aguilarte.