viernes, 18 de octubre de 2019

Causas y Efectos.

Causas y Efectos.
Si al leer mis poemas tu alma advierte,
cierta melancolía surgiendo de lo escrito
no es que mi corazón a dejado de quererte
es que ya no quiero seguir amando a gritos.
Amo la vida tranquila, dulce con su acervo,
casa y refugio de las almas fatigadas
en verdad ya no creo en lo que observo
prefiero refugiarme de esta loca mascarada.
Quiero poblar de rosas los caminos,
de fuertes abedules y pinos descarnados
con un rio poderoso bajando en torbellino
de esperanzas, poemas y sueños azulados.
Y no sé si me extingo o me sublevo,
he sabido reconocer todos mis defectos
quizás ustedes necesiten algo nuevo
todo tiene un porqué, Causas y Efectos.
Ya llega la primavera con su luz radiante,
he pensado alejarme de quejas y rumores
solo quiero saber de humildes trovadores
levantar bien mi frente y seguir adelante.
Jesús Quintana Aguilarte.

¿Por qué esa canción?

¿Por qué esa canción?
¿Por qué te abrazas a esa canción sangrando,
que consume tus entrañas, y se trasvierte
en poesía cuando nadie está escuchando?
Cuántas palabras de amor escribí soñando
que tal vez no escuchaste, y apenas leíste,
aunque desde el papel te seguían gritando.
Han perdido mis ojos su luz en el paisaje,
del negro mar en que me he sumergido
como si el olvido me sepultara con el oleaje.
Como si el único rumor de ti que advierto
fuera ese golpe de campana de fúnebre tañido
que me amortaja entre olvido y desconcierto.
Siempre que escucho esa canción de fondo
sangra toda mi alma llena de tormento,
como si fuera una traición si la respondo.
Cuando no estés, me acercaré a tu casa,
clavaré en tu puerta una rosa marchita
y me alejaré confundido entre la gente que pasa.
Jesús Quintana Aguilarte.