sábado, 28 de octubre de 2017

¿Destino o circunstancias?


¿Destino o circunstancias?

Yo soy tu amor de circunstancias,
hoy soy tu aquí o soy tu ahora,
y mañana un adiós sin importancia
un ocaso disfrazado de una aurora

Si me voy, te dejaré cautiva,
sé que tu carne es débil y tu alma llana
y si te tientan, verás cómo me olvidas,
si no me tienes, te rindes a tus ganas.

Soy tu futuro  o tal vez tú consuelo,
fuiste una vez traicionada y perdida,
o te perdiste tú dejando caer el cielo
y rescatándome de nuevo a la vida.

Tengo miedo, mi fe se desvanece,
te siento triste y a veces muy cansada
el tiempo pasa, el cuerpo envejece,
y el amor madura o se convierte en nada.

Mejor no pienso, me entrego a los sentidos,
y te espero en mis brazos todavía,
tal vez construyo recuerdos compartidos,
y los vivo hoy. ¡Mañana es otro día!

Jesús Quintana Aguilarte.





Amarte en paz, felicidad y armonía.


Amarte en paz, felicidad y armonía.


Tu y yo inventamos la fuerza del amor,
en la quietud de nuestro abrazo más puro
nos entregamos los dos y no hubo muros
que detuviera sueños, y detuviera mentes.

Yo quiero amarte en paz, en armonía,
 porque el amor siempre es beligerancia,
 es lucha contra el tiempo, gran porfía
 que nos alegra el alma sin alargar distancia.

Hoy el alma me huele a rosas y poemas,
 primavera del campo, del alma primavera;
 cielo azul, aire puro, sin prisas sin dilemas,
 tú conmigo y mis besos al pie de la palmera.

Siento el tamborileo de tus minúsculos dedos,
 la lluvia en los tejados, la lluvia sobre el mar,
 la lluvia en los cristales, sus reclamos tan quedos,
 y en tus ojos la lluvia no deja de tamborilear.

Nuestras letras han nacido del amor y del idilio,
Nunca dejare el camino, tú eres mi domicilio.


Jesús Quintana Aguilarte.



viernes, 27 de octubre de 2017

"Dejaré atrás mi triste sonrisa."


"Dejaré atrás mi triste sonrisa."


He dejado escapar a mi triste sonrisa
como golondrina que vuela con su luto
pues no quiero ya verla dibujada en mi rostro
si no cubre la apariencia de dolor que tengo.

He dejado libre a la alegría marchita
cual hierba mala que creció en mi alma
pues no quiero tenerla si ahoga las rosas
que se animaron a crecer en mis áridas penas.

He dejado huir a mis palabras muertas
como huye el invierno con el sol de primavera
pues no quiero escribir mas poemas tristes
y ensombrecer aun mas mi gris existencia.

He abierto la jaula de mi profundo odio
como se abre paso la oscuridad en la noche
pero quiero que venga para acompañarme
y así subir juntos el amor al podio

Porque te amo mujer divina
Y ya nunca más quiero estar solo.


Jesús Quintana A.


martes, 24 de octubre de 2017

Regreso triunfante.


Regreso triunfante.

Yo regreso a tus tierras, ciudad de mis conquistas,
y te encuentro amargada y triste, muralla de olvido,
tal vez por ser débil y con exceso de optimismo
el rastro de mis letras y mi canto tú has perdido.

Solo con la ausencia se deja el campo abierto
a multitud de gentes siguiendo tu destino
por eso quien duerme es como si estuviera muerto
y al despertar se ve olvidado de vuelta en el camino.

Me robaste la mente al pronunciar mi nombre,
yo fui tu posesión, la que tu orgullo proclama,
pero debes recordar que para poseer a un hombre
hay que arrancarle la piel con tu piel en la cama.

Me llamas con el estruendo de tu arrebatado abrazo,
y el estremecimiento de locos placeres prohibidos
me estas llamando a golpes de puño y de mazo
y con tus labios de rosa acariciándome el oído.

Por eso estas vencida y sobre tu cuerpo llevas
a golpe de besos y caricias marcadas mis iniciales
eres tan mía que sabes que no habrá otras nuevas
por mucho que hagan la guerra y lo intenten mis rivales.


Jesús Quintana Aguilarte.


lunes, 23 de octubre de 2017

Si alguna vez he llorado.


Si alguna vez he llorado.

Si alguna vez triste y solo tu pérdida yo he llorado,
proscríbase mi presencia en este paraje incierto
quede el mundo de letras, amor y poesías desierto
que lo borre todo de golpe un viento huracanado.

Que tu imagen se mantenga en su lugar erguida,
sobre la solidez de la roca y tus letras perseveren,
ya que por volverte a ver me arrancaría cien vidas,
si al entregarte este gesto nuevamente me quisieras.

Siempre tú estarás en mí, llena de plenitud de vida,
yo eliminaré las sombras que te mantienen cercada;
ya todo el ayer murió y de ese olvido no queda nada;
tú eres el hoy y el mañana y por siempre mi elegida.

Yo tensaré el cordaje, haré que crujan las poleas,
que alce su curva rítmica el claroscuro velamen,
que de nuevo los vientos toda mi fuerza reclamen,
y que llena de felicidad en mí de nuevo tu creas.


Jesús Quintana Aguilarte.




Rehaciendo nuestras vidas.


Rehaciendo nuestras vidas.

Eres el furor del viento, el amor sobre las olas,
eres fuerza serena que se acerca y persistente
hace temblar mi cuerpo con tu desnudes a solas
para terminar dormidos muy felices y sonrientes.

Tú la tormenta desnuda, yo un bosque abandonado,
me has tomado por asalto, que viva la dulce entrega,
tus montañas desafiantes y tu pelo ensortijado
la dulzura de tus ojos y el vaivén de tus caderas.

Vienes a sacar mi mundo de su total aislamiento,
con tus manos y tu lengua en constante movimiento
dejando que yo recorra tus zonas desconocidas.

Brillan mis ojos de fuego en ti hierven los deseos,
extintos quedan ya las ganas y los titubeos,
y ahora juntos trataremos de rehacer nuestras vidas.


Jesús Quintana Aguilarte.


Alma Gemela.


Alma Gemela.

Nuestros caminos de ayer, los que azarosos,
desgastaron nuestros pies sin rumbo fijo
están hoy fríos, abandonados y silenciosos
dejándonos faltos de amor y sin regocijo.

Ahora que contemplas el espacio abstracto
que a grandes rasgos perfilé en mis versos;
espero que te animen las rutas de mi tacto,
mis anclajes, ya ingenuos ya perversos.

Vuelvo el rostro hacia atrás, como si oyera
que tu amor permanece en mí, mas no te veo,
¿Tal vez ya no me sigues? Por eso yo creo,
que vives dentro de mí alma gemela.

Cuántas imágenes de las más íntimas escenas
serán para nuestros gozos o nuestras penas.


Jesús Quintana Aguilarte.

sábado, 21 de octubre de 2017

El Sueño del Esclavo de Bonifacio Byrne.


El Sueño del Esclavo.

Hosco y Huraño, en reducida estancia
vive el esclavo mísero, y su empeño
es beber el narcótico del sueño,
igual que un nectar de sutil fragancia.

En el antro sinfin de la ignorancia
le hundió por siempre su insensible dueño
y es la colera huesped de su ceño
y una historia patética su infancia.

!Ora durmiendo está!!Tened cuidado
los que cruzais de prisa por su lado!
!Ninguna voz en su presencia vibre!

!Dejad que el triste de dormir acabe!
y no le desperteis, porque !quién sabe
si ese esclavo infeliz sueña que es libre!


Bonifacio Byrne.


Yo escucho tu mensaje.



Yo escucho tu mensaje.


Yo llevo el alma cargada de retozos,
que aún no disfruté, son los soñados,
la tristeza, los fracasos, los sollozos
los dejé en mi pasado abandonados.

¿De qué sirve avanzar con los destrozos,
de poemas tristes, o sonetos mal acabados?,
no, yo avanzaré con mis sueños por la vida,
no llevaré más rencor, curaré mi herida.

Por eso mujer te escucho y te interpreto,
cada verso, cada palabra por ti mencionada
aun cuando para mi tienes los labios sellados.

Son como melodías, cantos, un buen soneto,
nadie las escucha, para mí fueron habladas,
por ángeles de paz, y luz muy enamorados.

Pero sé que emanan de ti, son tu lenguaje,
por eso aún sin hablar, me llega tu mensaje.


Jesús Quintana Aguilarte.

jueves, 19 de octubre de 2017

Destrozado por dentro.


Destrozado por dentro.

En confusas respuestas salieron ganando las dudas,
las que no formulan ruegos, ni quejas, ni interrogantes,
que se ocultan del destello de la verdad desnuda
sobre el amante falso, sobre el verdadero amante.

Y aquí vengo cubriendo con suave capa de mansedumbre,
las afiladas aristas del cansancio, el odio y de la ira,
y tu añadirás al fuego grandes leños de incertidumbre
cubriendo con engaños cada faceta de tus mentiras.

Cada palabra salida de tu boca empujará veloz,
su propio ritmo de mentiras con grotescos ruidos;
que mi voz, tratara de cambiar al entrar en tus oídos,
para que se me devuelva el amor en eco de tu voz.

Hoy, con mucho dolor y casi sin color mi vida,
cómo quisiera hundirte en el océano del olvido...
qué mágica ilusión de engaños me diste un día,
cómo me destrozaste por dentro amada mía.

Jesús Quintana Aguilarte.


El impacto de tu silencio./ Desde lejos para ti. Dueto de Jesús Quintana e Iris Ponce de León.


El impacto de tu silencio.

Me robaste la mente al pronunciar tu nombre,
me salpican tus dedos y quedo humedecido
no hay propiedad mayor, la de sentirse hombre,
que reclamar la fuerza de todos mis sentidos.

Baja del último aliento cuajado por tu tacto,
se apropia de mí, de mi piel y de mi alma,
y descarga sobre mí su más mortal impacto
con cuya posesión toda mi atención reclama.

Quiero verte, entre parpadeos un instante,
como un relámpago en la noche, y luego,
que vuelva la oscuridad desconcertante
porque si tú no estás, mejor me quedo ciego.

Sin el mar, sin playas, sin colores, sin ti,
el mundo es un vaivén de ruidos, solo un juego,
si no te hubiera visto, te juro no sabría,
como es la luz y el esplendor del día.

Sólo amo las palabras cuando tú me las dices;
pienso que tú las amas cuando las digo yo.
las demás están huecas, no son sino barnices,
corteza de la fruta que nunca maduró.

Las mías y las tuyas tienen la contextura
del fruto sazonado que se puede morder;
se derraman sus jugos por cada rasgadura
como vacía el hombre su savia en la mujer.

Vestido me he quedado de cantos y poemas,
y cada nota mi amor, cada verso te reclama,
ataviada estas de luz y de fulgurantes llamas
de noche tú me alumbras, de día tú me quemas.

Jesús Quintana Aguilarte.



Desde lejos para ti.

Los recuerdos perduran, viven en nuestras mentes,
el contacto se queda... rondando tu existir,
la soledad se adueña de todos tus sentidos,
he impacta en nuestros sueños, en nuestro porvenir.

Me estremezco al oírte y aunque me sepas lejos,
soy dueña de tu alma... de todo tu existir,
quisiera complacerte con todos mis sentidos,
hacer lo que me pidas y no hacerte sufrir.

Desearía un instante ser tu faro, esa guía,
que en la penumbra llegue para hacerte feliz,
ser la luz que te alumbre, en noches de agonía,
para que entre las sombras, dejaras de vivir.

Sin colores, sin luces, sin playas ni alegrías,
todo eso que dices en tu bello sentir,
lo será para siempre, a menos que consigas,
despertar de ese sueño en que piensas vivir.

Mis palabras son cantos, amadas en silencio,
las que llevas contigo en cada amanecer,
tal vez escuches voces que sientas que te alaben,
pero no dicen nada... no existe otro querer.

Nuestro lenguaje amando fue goce, fue alegría,
palabras saboreadas con agrado... pasión,
sentiste mi ternura, sentí yo tu energía,
prodigada y queriendo con todo el corazón.

No llega aún el momento de que estemos unidos,
envuelto estás en versos, en cantos para mi,
seré luz, seré llama en este cruel silencio,
que el tiempo nos ha impuesto, haciéndonos sufrir.


Iris del V. Ponce  P.

"El Amor y el Impulso" Dueto de Jesús Quintana y Carmen Ballester.


EL AMOR.

 Hay palabras de amor y palabras de olvido
Presentes en las brumas de tu indiferencia
Por impulsos que llegan con ímpetu renacido
A labrarme el camino que ha dejado tu ausencia.

No tengo otro horizonte que el borde de mi lecho
Porque mi pensamiento sólo se centra en ti
Con mis ojos abiertos y mis manos al pecho
Sintiendo que muy dentro todavía estás en mí.

Porque sé que algún día quizás me recuerdes
Si al tocarte los labios una sombra te muerde
Seré yo que en el aire junto a ti me mantengo.

Olvidemos las reglas, que atan y complican
Que las ansias de ti ni duermen, ni se retardan
Te regalo mis besos que de amor se multiplican
y en amante cosecha de impulsos nos aguardan.


Jesús Quintana 


Y EL IMPULSO.

Si hubo palabras, no fueron vacías
Tal vez tú no viste lo que en mí dejaste
Y nunca creíste eso que crecías
Mi alma cercana te asomó y tú me faltaste.

Que ya no conoces mi alcoba y mis horas
Y esas mis sábanas que transitan otros
Dejando presente que tú nunca moras
Cerrando mis ojos no veo más rostros.

Es en mi cabeza donde tu boca se asoma
No es otra miel paseando mi piel
Es siempre en mi mente, la tuya y tu forma.

No hay normas, ni formulas, ni bromas
Sólo soledad que atrona
¿Qué esperas amor?, deseo tu aroma
Aquél que marchó y ahora …retorna.


Carmen Ballester.