jueves, 5 de octubre de 2017

Apretemos nuestras espaldas.


Apretemos nuestras espaldas.

Tú sabrás, tal vez, cuánto mi amor ha sido
en los tiempos de gloria en que al tocarte
se enlazaban espíritu, gozo y libido;
nunca sabrás cuánto he llegado a amarte.

Ni yo intuí, desde que te he perdido,
viendo sólo tu espalda, al alejarte.
si niño en regocijo, amor madura,
en sufrimiento, llanto y amargura.

Fardo pesado el del amor, requiere,
dos espaldas adjuntas, ritmo exacto,
y el otro medio, fracasado el pacto,
si una se quiebra, medio amor se muere.

Jesús Quintana Aguilarte.

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