Rumores de Tristeza Y Sueños de felicidad. Dueto.

Rumores de Tristeza Y Sueños de felicidad.

 Por ti soy de la noche el cirio que circunda,

silencios que han preñado de luz la oscuridad,

el trazo desplazado por agua que lo inunda,

y es gota inadvertida por tal intensidad...-

Escapa de mi sangre que fluye entre los sueños,

vestidos de armonías cantadas al pasar.

y suelen escurrirse en apagados leños,

otrora fuego eterno, hoy huellas sin borrar.

Quisiera la amalgama de cielos prometidos,

en tardes de diamantes perdidas en el mar.

la barca entre las olas de aquellos tiempos idos,

un sol acurrucado por siempre en mi lugar.

Apenas un destello, de triste veladura,

corone la sentencia que no te he de hallar.

¡Se eleve la palabra, afirmación tan pura,

que rasgue todo un cielo y beba todo un mar!

Te amo y he de amarte aún en los silencios,

aquellos que cautivos se niegan a seguir,

si por amor existo envolveré en inciensos,

el tiempo de los tiempos que tenga por vivir.

María Marta Britos.

Y sueños de felicidad.

Tú, eres mi noche y de mi alma mis quejidos,

eres el silencio y la luz de mis días nublados,

las olas de mi playa, mi nombre y mi apellido,

eres flor y consuelo, versos en mi alma guardados.

Tú eres el fuego eterno grabando versos en mi alma,

una bellísima doncella, y yo tú más fiel guerrero,

al navegar por mi sangre lo haces con mucha calma

y en cada curva de mi cuerpo yo paciente te espero.

Yo no puedo prometerte un bello viaje por los cielos,

ni una playa con diamantes en las arenas del mar

pero yo puedo jurarte que aún te amo desde lejos

y que siempre estas presente y no te puedo olvidar.

Yo aprendí a amarte sin que nada me obligara,

eliminaste de mi vida todo el odio y el rechazo

y elevé la palabra que siempre nos acercara

con mucho amor y pasión, flores y un gran abrazo.

Te amo, como no hacerlo si eres la paz de mis sueños,

aquellos que entre tus brazos se niegan a sucumbir

nuestros duetos y poemas guardados con mucho empeño,

por todo el tiempo que aún nos quedara por vivir.

Jesús Quintana Aguilarte.