Mi café bajo la
Luna.
Me muestra la
noche su creación poderosa
un boceto azul
con pinceladas de estrellas,
y un grito
entonando su copla cadenciosa,
consagrada a la
Luna, tan reina y tan plebeya.
En esta hora de
melancolías y mansedumbre
emergen del
paisaje, el fantasma de las cosas
subyuga el
pensamiento, el amor, la tibia lumbre
del fuego ya
extinguido, y el aroma de las rosas.
Sin colores la
Luna me invita a contemplarla,
y es la Luna
refulgente que me roba las metáforas
de un poema
taciturno que no logra compararla
con la luz de
tus ojos y el dolor que hay en mi alma.
Hay una canción
de amor que endulza mi mirada
y una cuchara
que danza su compás en una taza
mientras dibuja
el cigarro piruetas en la bruma
se pierde mi
mirada y bebo, un café bajo la Luna.
Jesús Quintana
Aguilarte.
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