Aún tú eres mi
estrella.
Soy la barca que
te busca en el océano,
gaviota triste
en lo alto de tu montaña
perdidas tus
caricias, no me acaricia la espuma
y aunque aún veo
tu reflejo, vivo en las brumas.
Amor, aún guardo
los colores encantados,
y aunque mis
letras ya no trinan en mi vuelo
sigo dormido y
espero aquí en la distancia
que llegue tu
beso y borre todos mis desvelos.
Quisiera
compensarte por tanto tiempo,
que con amor y
paciencia en mi confiaste
volver a ser tu
amigo, tu amante, tu surco
para abrazarte y
besarte cuando te busco.
Tú aún eres mi
estrella, incienso y rosa,
y te sueño
despierto, saboreando tu boca,
reflejo de
ondinas en alas de mariposas
que en mis
brazos anidas y en mi boca reposas.
Eres la paz, mi
luz y mi armonía por siempre,
golondrina y
gaviota, mi noble Alma Gemela,
el amor y el
fuego en este frío diciembre
que das vida a
mi corazón y en él te quedas.
Jesús Quintana
Aguilarte.
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