Orfandad eterna.
Huérfano de todo lo que no tengo e ignoro,
de cómo me amaste un día y de cómo te perdí
y busco ese poema para cuando río o lloro
ría y llore conmigo, aunque estés lejos de mí.
de cómo me amaste un día y de cómo te perdí
y busco ese poema para cuando río o lloro
ría y llore conmigo, aunque estés lejos de mí.
Tú eres esa persona que me alumbra en lejanía,
y que aún está deseando lo mismo que yo prefiero
y tu orfandad casi estoica se verá como la mía
cada cual, en su mundo tristes, solos, prisioneros.
y que aún está deseando lo mismo que yo prefiero
y tu orfandad casi estoica se verá como la mía
cada cual, en su mundo tristes, solos, prisioneros.
Se me derrumba el sueño que contigo erigiera
cada noche, toda noche cuando yo cierro mis ojos
ensayo una nueva versión, una que no se adultera,
que me devuelva la vida y aleje de ti él enojo.
cada noche, toda noche cuando yo cierro mis ojos
ensayo una nueva versión, una que no se adultera,
que me devuelva la vida y aleje de ti él enojo.
Te prometí tantas cosas para luego tener miedo,
he quebrantado mis alas, dejé la palabra muda;
se me congeló la sangre, puse un freno en cada dedo
y se me bloqueó el avance hacia tu imagen desnuda.
he quebrantado mis alas, dejé la palabra muda;
se me congeló la sangre, puse un freno en cada dedo
y se me bloqueó el avance hacia tu imagen desnuda.
Quiero crear un camino que me lleve a ti en la tarde,
cuando la luz expira y la noche se hace hambrienta;
yo, que al ocaso aún tengo el alma que me arde,
y tú jugando a ser sombra que me abraza y me sustenta.
cuando la luz expira y la noche se hace hambrienta;
yo, que al ocaso aún tengo el alma que me arde,
y tú jugando a ser sombra que me abraza y me sustenta.
Moriré cuando lleguen las nieves a mi cumbre,
Y a mi lado tú sentada reavivarás nuestra lumbre.
Y a mi lado tú sentada reavivarás nuestra lumbre.
Jesús Quintana Aguilarte.
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