Volar abrazados. /
Volar contigo.
Tu y yo inventamos
volar abrazados,
batiendo inquietudes
contra la corriente
nos dejamos llevar y
no hubo muros
que aislara empeños,
detuviera mentes.
Hoy cierro mis ojos y
vuelo contigo,
a un mundo de sueños
y de fantasías,
me dejo llevar
envuelta en tu aroma
sin muros que impidan
nuestra cercanía.
Volamos el tiempo y
el reloj rompimos,
cambiamos las cosas
que nos determina
y en nuestra poesía
cambiamos la rutina
y un recíproco mundo
descubrimos.
Estando a tu lado
nada es imposible,
y un portal abrimos
hacia el infinito,
nuestras letras
fluyen, como el agua clara,
muere la rutina, no
hay mundo marchito.
Siempre he estudiado
con pasión lo bello,
buscando en el fondo
romper la apatía
no puedo ser
indiferente a esto o aquello
que afecte a mi
corazón o a mi poesía.
Tanto te conozco, yo
sé lo que buscas,
lo bello y lo hermoso
de la poesía...
y sé que no puedes
ser indiferente,
si con ello rompes la monotonía.
Yo puedo amarte en
paz y en armonía,
aunque mi amor es
siempre beligerancia
es luchar contra el
tiempo y su porfía
de secar las rosas y
alargar distancias.
El verbo en tu boca
se apresta inclemente,
y el tiempo se
encarga de encausar dos vidas
por más que se sequen
las rosas, un día
el viaje estará para
siempre latente.
Y aunque en la nave
de mi mente oscura,
no se hayan definido
formas y colores
percibo la deliciosa
y aromática frescura
y la elegante
sinuosidad de tu bella figura
que transmite a mi
alma todos sus temblores.
Brillará un arco iris
para tu nave a oscuras
que ayude a que
definas las formas, los colores,
y vayas envolviendo
en fragantes olores
la oquedad de las
líneas de esa grácil figura
que transmite a tu
alma sus cálidos temblores.
Jesús Quintana Aguilarte.
/ Iris del Valle Ponce.
No hay comentarios:
Publicar un comentario