sábado, 4 de noviembre de 2017

Unidos y para siempre.


Unidos y para siempre.

Yo he escuchado ese latido mujer y lo interpreto,
y sé que emana de nosotros, es nuestro lenguaje,
pero no estamos en solitario escucho tu mensaje,
que allende el mar llega a mí en forma de soneto.

Tú eres feliz, siempre me lo has dejado muy claro,
y sabes que amo tus palabras como tú me las dices
sin nada de maldad, ni celos, ni odios, ni barnices
solo páginas escritas que nuestras vidas enlazaron.

Y yo también lo supe y aún leerte me desconcierta,
porque no solo es verbo es también dulce poesía
un Alma Gemela, una amiga fiel y sin una oferta,
que ha llegado a llenar con amor mi alma vacía.

Desde entonces amiga nuestras noches son eternas,
y nuestras letras de amor para siempre se fundieron,
hemos recreado la vida con duetos que florecieron,
embelleciendo el paisaje con rosas sempiternas.

Y hemos sido canción, fruto, luz del mediodía,
engranaje de una historia sin un final aparente
la simiente de una estirpe que aún florece día a día
tratando de alegrar un mundo que nada contracorriente.

Somos dos rayos de luz que trascienden el paisaje,
exponentes respetuosos de la música y de la rima
dos almas que unimos letras sin importar el linaje
y que entre cantos y versos una a la otra se anima.

En realidad, no hay ven ni voy, solo existe el vamos,
Y al unir nuestras letras la soledad derrotamos.


Jesús Quintana Aguilarte.







No hay comentarios:

Publicar un comentario