Volar abrazados.
Tu y yo
inventamos volar abrazados,
batiendo
inquietudes contra la corriente
nos dejamos
llevar y no hubo muros
que aislara
empeños, detuviera mentes.
Volamos el
tiempo y el reloj rompimos,
cambiamos las
cosas que nos determina
y en nuestra
poesía cambiamos la rutina
y un recíproco
mundo descubrimos.
Siempre he
estudiado con pasión lo bello,
buscando en el
fondo romper la apatía
no puedo ser
indiferente a esto o aquello
que afecte a mi
corazón o a mi poesía.
Yo puedo amarte
en paz y en armonía,
aunque mi amor
es siempre beligerancia
es luchar contra
el tiempo y su porfía
de secar las
rosas y alargar distancias.
Y aunque en la
nave de mi mente oscura,
no se hayan
definido formas y colores
percibo la
deliciosa y aromática frescura
y la elegante
sinuosidad de tu bella figura
que transmite a
mi alma todos sus temblores.
Jesús Quintana
Aguilarte.
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