lunes, 13 de mayo de 2019

Y tu reflejo en él.




Y tu reflejo en él.
Yo he besado en mi sueño tus palmas queridas,
esperando que nunca llegue a amanecer
saciándome en tu boca con besos y mordidas
de esos labios hermosos que saben querer.
Y tus pies mojados han saciado mi sed,
impregnados de savia, enebro y dulce miel
son los pies de una Reina acabada de nacer.
Siempre he estado contigo arropado a tu lado,
feliz de mirarte sin importar las distancias
del jardín de mis sueños llevándote fragancias
para mirarme en tus ojos y verme allí dibujado.
Y yo sonrío contigo muy feliz de ser amado,
sin importar que camino sin tenerte a mi lado
sé que allende los mares tú me tiendes la mano.
Es posible que tus labios por amor estén sellados,
y que nuestras vidas sean un reflejo de inocencia
pero solo si dejamos que nos venza la impaciencia
es que podemos perder todo lo que hemos logrado.
Jesús Quintana Aguilarte.

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