Mis letras con doble llave.
Me llega desde el centro de tu alma,
tanto amor y a la vez tanta interrogante
que no quiero cargar tanto peso agobiante
cuando tú bella carta me produce la calma.
Cada noche en lo cálido del lecho recibo,
tu invisible abrazo, y tu dulce fragancia,
te acomodas a mi lado mientras te escribo
estas letras que reflejan mi constancia.
Tú desnudas mi alma con tus ojos trigueños,
que me miran por dentro aun sin estar presentes
desnudando mi mente, revisando mis sueños,
con un amor tan dulce, amor clarividente.
Y si a mi encuentro vienes, luego de tu partida,
precisará mi vida de un corazón de acero,
porque al no haberte visto, con ansiedad te espero,
solo para abrazarte mujer desconocida.
Jesús Quintana Aguilarte
Las Llaves de la
vida.
No me llames mujer
desconocida,
imposible ser de esa
manera,
si siento que soy luz
en tus quimeras
y pensando en ti vivo
enardecida.
Llego a tus brazos,
libre y atrevida
te canto al oído mi
fervor de amores
sintiendo la tibieza
de la vida
rozar tu piel
ardiendo en mil pasiones.
No volveré a partir
es mi promesa,
levantaré las anclas
en tu puerto
y un rosario de besos
sobre el lecho
será la llave dorada
de este amor
que nutra esta pasión
que por ti siento.
Nacimos para amarnos,
es preciso
con la magia sagrada
de las claves
que desbordes en
delicias nuevas,
y sean mis pasos los
que a ti me lleven
No será necesario
doble llave
Ya te declaro rey de
mis aciertos
y no habrá ya más
paredes en suplicio
para tu mágico
corazón de acero.
Carmen Amarális Vega.
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