Amor, tú eres la
fuerza.
Eres la fuerza
del amor que me inunda,
la que cubriendo
todo mi cuerpo enfermo
va alejando de
mi alma una pena profunda
por eso cuando
te leo que bien me duermo.
Al toque de tu
amor se descorren los velos,
se me renueva el
alma con tu mirada inquieta,
tu inspiración, vaga
desnuda por mis cielos,
inundándome la
mente hasta sentirme poeta.
Te pienso entre
mis brazos y tu calor promueve
que te haga el
amor como siempre lo sueño,
y aunque me
duermo sin ti, siempre estoy contigo.
Y cuando la cálida
mañana a nuestra cama llegue,
me encontrará
feliz por todo el desempeño
y por saber que
esta noche de nuevo lo consigo.
Jesús Quintana
Aguilarte.
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